Friday, March 19, 2010

Mercado laboral



El trabajo como mercancía, como objeto de compraventa.
El trabajo ya no es el despliegue de la personalidad del hombre para transformar el mundo, sino una simple potencialidad de actos susceptibles de valoración económica.
A cambio de un sueldo (valoración del mercado, un mero precio) el trabajador cede su esfuerzo (o el fruto de su esfuerzo) al empleador.
El trabajo ya no tiene un valor objetivo, en sí, sino vale lo que se cotiza en el mercado.
Así, existe un mercado de valores, de energía, de trufas, de ganado y, como no, de trabajo: "¡Déme cuarto y mitad de tornero-fresador!; ¡Marchando, señora!"

No comments:

Post a Comment