Thursday, April 15, 2010

Mundo sensible



La condición humana es semejante a la de unos prisioneros que, desde su infancia, estuvieron encadenados en una caverna oscura, obligados a mirar a la pared del fondo (…)
Por la puerta de la cueva pasa un camino y en él pasean seres diversos (…) Los resplandores de una gran hoguera proyectan las sombras de los que pasan ante la entrada en la pared del fondo de la cueva (…) La única realidad que conocen los encadenados son las sombras proyectadas por los seres y la hoguera, y no creen que exista otra realidad
(…)
Platón, La República, Libro VII

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